Domingo
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Yo pertenezco, claro, al segundo grupo: este peso sobre los pies es casi de mi propiedad y no me gusta del todo que mis asuntos estrictamente personales sean publicados; alguien dijo una vez que yo nadaba como un cisne, pero no era un elogio. Pero es estimulante, también. Me siento como un gigante que mantiene al público alejado de ti con los brazos extendidos -no la está pasando muy bien, quiere mantener al público alejado y, al mismo tiempo, no quiere perder una palabra, ni un segundo de tu presencia- este público probablemente loco, completamente estúpido y, lo que es más, femenino, que sin duda está gritando: "Dónde está la moda? Va a venir la moda de una vez? Lo unico que hemos visto hasta ahora es a Milena!". Lo Unico, y de eso Unico yo vivo. Y el resto del mundo lo tomo como Münchausen tomó las cureñas de Gibraltar y las tiró al vasto océano. Qué? Todo el resto? Y decir mentiras? No puedes mentir en la oficina? Bueno, acá estoy, está tan oscuro como antes y mañana no habrá ninguna carta y el sueño será las últimas noticias tuyas que tenga.
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F.
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